Campo Quijano entre máquinas y promesas: arrancó el bypass vial que apunta al oro del litio
El gobierno provincial avanza con una obra que promete seguridad vial, pero que todos saben que es clave para el negocio minero.
En Campo Quijano ya se escuchan las topadoras: arrancó la construcción del bypass vial que unirá la Ruta Nacional 51 con la Provincial 36. En los papeles la obra busca ordenar el tránsito pesado y reducir accidentes, pero en la práctica, el proyecto está pensado para aceitar la salida de la producción minera y los camiones que atraviesan el Valle de Lerma rumbo a la Puna.
La primera etapa contempla seis kilómetros de traza, ensanche de calzadas, alcantarillas y obras complementarias, con financiamiento de REMSa. La segunda fase duplicará la extensión y consolidará un corredor clave para la industria extractiva. Desde la Provincia lo venden como “crecimiento productivo” y “beneficio comunitario”, aunque los vecinos saben que la prioridad son los camiones cargados de litio.
La pregunta que flota es la de siempre: ¿el bypass será realmente para la gente o solo un atajo para las multinacionales mineras? El tiempo dirá si los beneficios llegan a los pueblos o si, como muchas veces, las promesas quedan enterradas bajo el ripio.