El río se lo llevó todo: el puerto de chalanas sigue cerrado y Aguas Blancas está paralizada
El puerto de chalanas en Aguas Blancas quedó hecho un desastre tras la crecida del río Bermejo que arrasó con las dársenas y embarcaderos levantados del lado boliviano. Lo que debía ser un fin de semana de gran movimiento por el Día de la Madre terminó con cientos de personas varadas y comerciantes desesperados.
La crecida se llevó estructuras de metal y madera que servían para el cruce ilegal de personas y mercadería. “Fue un día gris, casi negro para la frontera”, admitieron vecinos. El puerto seguirá cerrado hasta que mejoren las condiciones de seguridad y se evalúen los daños.
El conflicto con Bolivia volvió a encender la tensión: el interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, confirmó que la Cancillería argentina enviará una queja formal por la construcción de murallones de piedra en el cauce del río, obras que podrían modificar el límite natural entre ambos países.
“El eje del Bermejo marca el límite internacional. Hay quienes creen que Bolivia son los dos márgenes, pero no es así”, advirtió Zigarán. Desde Bermejo, ninguna autoridad boliviana respondió.
Mientras tanto, el clima en la frontera sigue enrarecido. Los bagayeros perdieron su principal vía de trabajo y los pequeños comerciantes no saben cuándo volverá la actividad. El Bermejo, una vez más, marca mucho más que una frontera: marca la desigualdad.